Sexualidad & Religión

Entre lo que es Vivir – Ser – Sentir y Creer o No – Creer

Podemos estar de acuerdo o no, la religión cumple un papel muy importante en nuestra sociedad. En términos generales, es el gran ansiolítico de sus seguidores más fervientes y dependientes, ya que funciona con sus preceptos o decálogos para calmar o apaciguar las ansiedades, las incertidumbres y angustias dando respuestas. Así pues, da el sentido de la vida al que muchas personas adoptan con gran voluntariedad o no.

La religión ha servido como un sistema de control de las masas, por lo que respecta a la conducta del ser humano. Lo cual, no es casualidad que intervenga la palabra conducta o comportamiento y esta relacionado directamente con la psicología, pues en definitiva, la psicología nació entre los límites difusos o el ámbito de la religión y la filosofía para su oportuna diferenciación.

En el plano de la sexualidad, la religión ha tenido un papel fundamental aunque en ocasiones no tan adecuado, ya que como en el «control de la conducta» niega la naturaleza del ser humano: obligandolo a oprimir y contener su ser, en aspectos que escapan a la simple voluntad de la persona. Aquí, se ha dedicado a negar la posibilidad de sentir placer: señalándolo como pecado y cómo un aspecto impuro, puesto que  el objetivo principal de la relaciones sexuales es el de la reproducción. Por consiguiente, está ligado al aspecto biológico, donde sólo el sexo femenino y masculino pueden procrear…hasta el momento. También, promueve valores como el amor, el respeto, la comprensión y la solidaridad respecto hacia los demás. Pero, resultan en su practica algo paradójicos y de doble moral.

Como todos sabemos la heterosexualidad es la orientación afectiva – sexual aceptada ampliamente en nuestra sociedad y la religión a lo largo de la historia lo ha afianzado, aunque siempre se han dado las demás orientaciones e identidades. Pero, esta junto con la cultura y la sociedad no permiten la posibilidad de la diversidad sexual porque no está dentro de estos principios y se tilda a la persona más allá de pecadora como desadaptada por no acogerse a un plan divino diseñado por humanos, pero al mandato de un ser o figura divina.

La iglesia o institución religiosa, si que acoge a las personas No-Heterosexuales, pero a su manera, con la sutil condición de que no expresen su orientación afectiva – sexual o identidad.

Al contrario, hay personas declaradas abiertamente homosexuales, pero que son religiosas. Porque, les ha servido para desarrollarse integralmente como personas y lo han integrado en su proyecto de vida. Cada cual es libre de seguir la religión que quiera como búsqueda de su ser y de su espiritualidad, pero esta dimensión no siempre está ligada a la religión, es un medio para alcanzarla. Es preciso enfatizar, lo que ocurre con algunas personas que no necesitan de la religión para encontrar el sentido de su vida.

Lo importante sería tolerar y respetar el camino que cada persona tome tanto a nivel religioso (Credo y fe) y sienta o exprese a nivel afectivo y sexual (Orientación e identidad), sin tratar de imponer nuestro parecer a los demás para una verdadera convivencia en la diversidad. Pero:

 No se puede permitir que haya sufrimiento y persecución…A algunas personas les puede llegar a costar la vida.

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