¿Salir del armario?

¿Es necesario hacerlo?

 

«La visibilidad es importante, pero la vida y la integridad de la persona lo es más»

Santiago Rivero (Responsable de comunicación de COGAM).

No se pretende decir si esta bien o mal hacerlo, cómo hacerlo y porqué hacerlo. La intención es analizar las características y las implicaciones de este hecho tan importante, temido, esperado o no realizado por algunos o algunas. Con el fin de aportar a la reflexión, al debate y a la crítica constructiva.

Salir del armario es una expresión que conocemos muy bien la mayoría, esta se refiere a cuando una persona se «destapa» abiertamente a su entorno y admite su condición sexual No-Heterosexual. Muchas personas lo hacen por diferentes motivos y situaciones en la vida, tales cómo: el convencimiento de ser quien son, dar un paso importante en sus vidas y ser valientes, ceder al chantaje o la presión, y hasta puede llegar a hacer el paso crucial para la auto-aceptación. Pero ¿porque se hace?, a caso es ¿»obligatorio» o imprescindible?

No todas las personas lo hacen, ya sean transexuales, gays, lesbianas o bisexuales. Estas últimas son etiquetas enmarcadas en la diversidad sexual humana, y a veces pueden llegar a estigmatizar o también, a hacer visible a la persona y por consiguiente al colectivo. Describen la orientación afectiva – sexual, pero no lo hacen en su totalidad a la persona cómo tal.

Funciona cómo «etiqueta» cuando por esta solo se le tiene en cuenta y no se ve más allá de ella, estableciendo estereotipos que pueden llegar a conformar falsas creencias. A esto hace frente quien se atreve a revelar su orientación sexual y se encuentra cuestionado en torno a esos tópicos que se han impuesto social y culturalmente a lo largo de la historia.

El entorno a veces puede actuar compresivo en lo mejor de los casos, pero aveces muy poco tolerante. Hay quienes sorprenden cuando lo dicen y otros lo dicen cuando ya casi es un secreto a voces. ¿Para que se dice? ¿A caso es para estar bien consigo mismo?

Se dice que el entorno (familia y amigos) ya saben o «sospechan» cómo si de un criminal se tratase por el termino, la condición sexual de su hijo/a o amigo/a, pero lo que necesitan es que el señalado o señalada «salga del armario» y se los confirme. Con esto iniciar un proceso de asimilación que a veces puede o no llegar a darse positivamente.

¿Si la persona sale del armario cuando ha entrado? y si nunca lo hace y vive plenamente o no lo hace por evitar problemas relacionados con la reacción de la familia que en algunos casos puede llegar a ser traumática, ya que pueden acontecer consecuencias negativas, en el peor de los casos casi un “destierro” de la familia y/o llevar a la persona a un cura o a un profesional para que los “cure”. Por lo que, para el entorno cercano puede llegar a representar como una decepción, ya que se espera que según el sexo biológico y el género sea la orientación sexual (heterosexual), el parámetro azul o rosa. Se cree también que no podrán tener hijos o conformar una familia en estas condiciones que se salen de lo establecido y normativo. También, puede aparecer la culpa y se buscan responsabilidades, para tratar de entender lo que sucede. Porque está en juego las expectativas y lo que se espera de el o ella, que sea una persona de bien, conforme una familia, etc, pero todo esto dentro de lo estándar y lo que esta bien visto. Aunque se puede tener en cuenta que: La orientación afectiva – sexual no esta definida solo por el sexo biológico. La homofobia se podría combatir con amor y comprensión, teniendo en cuenta que la homosexualidad solo es un rasgo más de la persona y no interfiere en su desarrollo integral. Esta, es quien mediante un largo proceso se hará consciente de quien es, que desea y decidir por ella misma; porque Tienes derecho a amar y ser feliz plenamente por cómo y quien eres.

Cómo si de una utopia se tratase, ojalá que algún día no sea necesario salir del armario, que este tan naturalizado que una persona no se vea «obligada» a decir con quien se acuesta, quien le gusta o a quien prefiere. En tal modo cómo lo hace un heterosexual, que no tiene que reivindicar su sexualidad. Si no, simplemente presentar ante familia y amigos a su pareja, tan sencillo cómo decir: – Soy chico tengo novio,  – Soy chica tengo novia, y cómo sea correspondiente. (Bisexualidad por ejemplo). Esto pasaría en un mundo ideal, que no condena, no juzga cualquier aspecto que se salga de lo comúnmente establecido.

¡No se puede exigir que la gente entienda, pero no se puede permitir  la intolerancia y faltar al respeto!

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